Hoy comienza el año de trabajo. Es día 6 de septiembre y en Tenerife el cielo está encapotado. Según han anunciado en el parte meteorológico van a bajar las temperaturas.
Ha la mayoría de la gente no le gusta nada la lluvia, se ponen tristones, y advierto en estos nubarrones el final del verano.
Yo estoy encantado; los días grises me activan. Para empezar, he salido corriendo de casa para asistir a mi revisión mensual en la clínica y de ahí a informarme para iniciar una rutina gimnástica. Ya que mi dieta a dado resultado, creo que estoy preparado para iniciar en el gimnasio.
De resto me quedaré en los cuarteles esperando a que me llegue un mensaje del club Salto Mortal que me lo enviará Jose para ver si les queda alguna edición de "Completamente" la edición especial del disco de Fangoria "Absolutamente" y que por desgracia no pude comprar en su momento. El miércoles tendré noticias de el. Después iré la capital y luego a la laguna con mi querida Electroperra para hacer unas compras de renovación de armario. Y es que durante estos meses no hago más que gastar y gastar. No sé si se debe al saber que se acaba el calor y me pongo tan radiante mentalmente que necesito desaogarme de alguna manera, lo que sé es que es algo brutal. Pero me gusta.
Aveces me da vergüenza estaros contando siempre mis líos de agenda saturada, ¡Cómo si fuera la única persona ocupada de este planeta! Todo el mundo trabaja, todo el mundo tendrá contratiempos al mover sus citas, cambiar fechas, ver a los amigos… creo que en mi última entrada he dado con la clave verdadera de mi problema. Mejor dicho, las claves, porque dos son las posibles causas de mi eterna falta de tiempo libre : o no me organizo tan bien como creo, o, realmente no puedo abarcar tanto como quisiera. El día tiene las horas que tiene y esto es lo que hay. O empiezo a resignarme o voy a enfermar.
Hablo de este mes que empieza, un mes a medio gas laboral, en el que mi teléfono suena más porque la mayoría de los mortales están de vuelta. Ciertamente sería el mes perfecto para estar escribiendo, ya que estoy todo el día para arriba , para abajo y eso da para hablar bastante. Otra cosa es que no quiera sacrificar los ratitos de ocio que tengo reservados en estos días antes de comenzar. En fin, sólo yo puedo saber cómo administrarme y cuáles son mis prioridades. Yo intento organizarme a mi manera, ya sabéis, planifico al milímetro hasta los momentos de ocio, manía que saca de quicio a la mayoría y que produce alguna discusión sin solución. A vuestra manera o a la mía, y antes de que septiembre me traiga un bochinche de agenda, disfrutemos de estos días. Un jornada de piscina, otras de terraza, alguna escapada rural, cenas con los amigos, esas películas y exposiciones que tengo pendientes… ya me estoy poniendo nervioso ¡No me va a dar tiempo a todo!
Ya me calmo. Me calmé. Aún no me he pasado por la sastra para ir a recoger mi nuevo chaleco negro. Ya que cuando me pase a recogerlo todavía no había hecho el trabajo debido a unos contratiempos, intentaré ir en esta noche. De paso busco esos discos que os dije la semana pasada y así me desquito de mi carencia musical de estos meses, suerte que ya llega el invierno y es tiempo de discos, ediciones especiales, y giras. Hoy me pasé por la agencia fotográfica para pedir presupuestos de los cuadros que quiero diseñar para mi renovado cuarto que ha hecho el paso fundamental del vodevils a la Astracanada, aunque de momento no he conseguido lo que he querido ya que las fotos que les he llevado no se han podido ampliar como yo quería, me temo que tendré que buscar soluciones totalmente alternativas. Los marcos que quería los he encontrado en un comercial de la capital, que es absolutamente fantástico y popular. El precio no es totalmente de mi agrado pero creo que lo que vale se paga, asique. El viernes pasado decidí salir con las hermanas sacapuntas (como ami me gusta llamarlas) para las fiestas de un pueblo de las zonas bajas de la isla, hacía mucho tiempo que no pasaba un Viernes terminal de semana tan intenso como el pasado. Cena con los amigos en una terracita de verano y una maratoniana sesión de juerga junto a David, Jonay , Fran, Wendy , Alex y más amigos me hizo rejuvenecer mucho. Y es que es muy importante desconectar, no estar pendiente del teléfono y dejar de pensar en el trabajo que te espera durante los próximos meses... Es algo muy terapéutico para el que escribe.
Lo he decidido: una vez cada dos meses tengo que repetirlo. Para mi tranquilidad y... para la de todos....
Hablo de este mes que empieza, un mes a medio gas laboral, en el que mi teléfono suena más porque la mayoría de los mortales están de vuelta. Ciertamente sería el mes perfecto para estar escribiendo, ya que estoy todo el día para arriba , para abajo y eso da para hablar bastante. Otra cosa es que no quiera sacrificar los ratitos de ocio que tengo reservados en estos días antes de comenzar. En fin, sólo yo puedo saber cómo administrarme y cuáles son mis prioridades. Yo intento organizarme a mi manera, ya sabéis, planifico al milímetro hasta los momentos de ocio, manía que saca de quicio a la mayoría y que produce alguna discusión sin solución. A vuestra manera o a la mía, y antes de que septiembre me traiga un bochinche de agenda, disfrutemos de estos días. Un jornada de piscina, otras de terraza, alguna escapada rural, cenas con los amigos, esas películas y exposiciones que tengo pendientes… ya me estoy poniendo nervioso ¡No me va a dar tiempo a todo!
Ya me calmo. Me calmé. Aún no me he pasado por la sastra para ir a recoger mi nuevo chaleco negro. Ya que cuando me pase a recogerlo todavía no había hecho el trabajo debido a unos contratiempos, intentaré ir en esta noche. De paso busco esos discos que os dije la semana pasada y así me desquito de mi carencia musical de estos meses, suerte que ya llega el invierno y es tiempo de discos, ediciones especiales, y giras. Hoy me pasé por la agencia fotográfica para pedir presupuestos de los cuadros que quiero diseñar para mi renovado cuarto que ha hecho el paso fundamental del vodevils a la Astracanada, aunque de momento no he conseguido lo que he querido ya que las fotos que les he llevado no se han podido ampliar como yo quería, me temo que tendré que buscar soluciones totalmente alternativas. Los marcos que quería los he encontrado en un comercial de la capital, que es absolutamente fantástico y popular. El precio no es totalmente de mi agrado pero creo que lo que vale se paga, asique. El viernes pasado decidí salir con las hermanas sacapuntas (como ami me gusta llamarlas) para las fiestas de un pueblo de las zonas bajas de la isla, hacía mucho tiempo que no pasaba un Viernes terminal de semana tan intenso como el pasado. Cena con los amigos en una terracita de verano y una maratoniana sesión de juerga junto a David, Jonay , Fran, Wendy , Alex y más amigos me hizo rejuvenecer mucho. Y es que es muy importante desconectar, no estar pendiente del teléfono y dejar de pensar en el trabajo que te espera durante los próximos meses... Es algo muy terapéutico para el que escribe.
Lo he decidido: una vez cada dos meses tengo que repetirlo. Para mi tranquilidad y... para la de todos....