He descubierto una autentica "Mina" de oro en lo referente a virtuosismo, longevidad y madurez absoluta. Pues he redescubierto a una cantante que desgraciadamente hace ya tiempo que se haya un poco en el olvido de la inocencia de muchos. Os voy a contar algo bastante curioso. Ya que en mi anterior entrada hice referencia a las tierras Italianas, pues hoy voy a hablar de una de sus grandes Divas. Atentos...Durante varios años, que podemos situar entre 1950-1970, más o menos, la canción italiana fue muy popular no sólo en los países del Mediterráneo, sino en toda Europa. Por aquellos años, la música anglosajona aún no dominaba tan aplastantemente el mercado como hoy día (de hecho, ya ni sabemos cómo ha ocurrido), y en los hits-parades españoles de entonces aparecían canciones y artistas de todos los países: franceses, italianos, argentinos, e incluso a veces holandeses y alemanes. Pero, yendo a lo concreto, la canción popular o melódica italiana fue quizá la más apreciada y degustada (aunque Terenci Moix la calificó de monumento a la horterada). Todo esto se fue perdiendo con el tiempo, y hoy día si nos llega algo, es con cuentagotas. Suponemos que Italia sigue lleno de artistas y de cantantes y de grupos, y que aquellos de ayer siguen algunos aún en activo, pero... Hubo montones de cantantes italianas en aquella época, y con el tiempo han quedado clasificadas en dos grupos: las divas y segun he leído porlas algunos lugares las "ragazzas". Entre estas últimas situaríamos a Rita Pavone, Gigliola Cinquetti, Patty Bravo, y a la más reciente de todas, Valeria Rossi, que logró el milagro de conseguir un hit en España hacia 2001. Entre las divas, a Iva Zanichi, Ornella Vanoni... y Mina, la diva por excelencia, un verdadero monstruo (así la llaman todos) de la canción italiana, incombustible, perenne, adorada incluso hoy día por quienes apenas conocieron sus inicios. ¿Qué tiene Mina que no hayan tenido las demás? Muchas cosas, y sumadas a ellas el misterio que la rodea desde hace décadas.
Nacida en 1940 en la Lombardía, Mina Anna Mazzini, en arte Mina, empezó a darse a conocer hacia 1959, y en 1960 participaba en el Festival de San Remo, que aún sigue existiendo, aunque ya no reciba internacionalmente la atención que tuvo durante la década de 1960 y un poco más. Fue una de las cantantes que más canciones de éxito tuvo en aquella década, con toda clase de estilos: canciones melódicas, rítmicas y populares, combinando bossa nova, twist, rock and roll, calypso, y cosechando éxitos tras éxitos: "Ciudad solitaria", "Moliendo café", "Brava", "L´uomo per me", "Se telefonando", "Folle banderuola", "Parole, parole", "Un baccio e tropo poco"... La lista de sus éxitos es más que extensa, interminable. Llegó a grabar versiones en español y también grabó discos en inglés. En la década de 1970 adaptó a Serrat en italiano, y en su repertorio ha incluido a toda clase de compositores, temas, estilos... Lo último ha sido un disco con temas operísticos aparecido hace muy pocos años.
Dotada de una gran voz, capaz de alcanzar tan tranquilamente las notas altas como las bajas, y atreviéndose con todo cuando le echasen, los intelectuales italianos empezaron a fijarse en ella a raíz de que Antonioni le pidiera cantase un tema pegadizo para los créditos su película El eclipse. Y Mina cantó "Eclisse Twist", un ritmo de twist que era lo que se llevaba a inicios de los años sesenta. A veces ha abusado de sus facultades como cantante: quizá sea yo el único que no soporta escuchar esa horrenda canción llamada "Brava", concebida tan sólo para que nos machaque los oídos con sus gorgoritos: no era necesaria esa exhibición de facultades para saber que es una gran cantante.
En su vida privada, digamos que se sabe bastante de los primeros años y muy poco a partir de 1974-1978. Tuvo una algo agitada vida sentimental, que encima se le complicó en 1963 cuando quedó embarazada del actor Corrado Pani, con el que mantenía una relación. Los grupos católicos presionaron rápidamente a la RAI para que Mina fuera vetada de la radio y la televisión, y ninguna de sus canciones se escuchara por esos canales. Para ello hay una (bueno, más de una, explicación): su popularidad en esos años era tremenda en Italia, su presencia en los medios radiofónicos y televisivos constante, debido a situarse continuamente en la lista de discos y canciones más vendidas (y no sólo en Italia). Por todo ello, los grupos católicos de presión no podían aceptar que un ídolo musical de la juventud (o de cualquier edad) fuera por el mundo dejándose embarazar por un hombre sin estar casada. En todo caso, este sistema de vetos no tardaría en irse a hacer puñetas porque, como bien saben (o deberían saber), fue en 1963 cuando ciertas cosas empezaron a cambiar. Hoy, Amy Winehouse puede salir borracha a cantar y nadie parece preocuparse demasiado. Tampoco es lo mismo, claro... En todo caso, no está de más añadir que Mina se rebotó contra el veto y empezó a incluir canciones en su repertorio alusivas al sexo y a la religión, que, como cabía esperar, la Iglesia trató de prohibir. Se dice que una de ellas era "Ta-ra-ta-ta-", y otra "Sacumdí, sacumdá" (que no recuerdo haber oído nunca).
Su misterio se inició en la década de 1970, cuando hacia mediados de ella se retiró a Suiza, y continuó cuando en 1978 dio su última aparición pública, dejó de actuar en televisión y no dio explicación alguna de ello en los años y décadas siguientes. Sin embargo, año tras año, Mina seguía y ha seguido grabado discos, algo espaciadamente en los últimos tiempos, pero aún activa. De hecho, es quizá la más prolífica cantante italiana de todos los tiempos... pero también la más recluida desde hace un cuarto de siglo. En 1989 adoptó la nacionalidad suiza, para estupefacción de los italianos. En 2001, accedió a que se filmase un vídeo durante la grabación de su nuevo trabajo discográfico, y la emisión de ese vídeo en la televisión constituyó, además de ser su primera aparición publica desde 1978, un tremendo éxito de audiencia. Al cabo de tantas décadas de vivir tras una férrea cortina separándola del mundo, lo único que no ha mermado es la fe de sus seguidores y admiradores. Puede que no la vean nunca en directo, puede que no vuelva a aparecer en televisión, pero la adoran como el primer día --o más-- y siguen sus grabaciones con verdadero fervor. Su carrera ha sido una evolución constante, de canciones melódicas, rítmicas, populares, de verano, pachangueras, a canciones de autor, compositores de prestigio, canción con mensaje y ópera. No se le resiste nada. Se ha ganado el respeto por ello, y por su total retiro del mundo constituye quizá la cantante más misteriosa, extraña y singular del mundo. Parafraseando el título de una canción de Carly Simon, podríamos preguntar: "¿Alguien la ha visto recientemente?".
Sin duda Mina, aparte de por sus méritos, merece un lugar muy por encima del resto de sus compañeras de la mejor época de la canción italiana. Espero que este recorrido por la vida de esta singular artista de la bella Italia, sirva para conocer más a grandes artistas que no la reconocen los grandes publicos... Desgraciadamente. Lunga vita a Mina Mazzini.
La vostra esistenza é una fortuna.

