Esta entrada de hoy está dedicada al dios hindú Ganesh, mi protector, como bien saben algunos de mis amigos por mi insistencia en conseguir una estatua a tamaño real de ese bello dios. Decenas de figuras de Ganesh en papel, cobre, tela, piedra, madera, cristal y plástico etc... para que vigilen mis sueños cuando duerma. Sí, siempre lo he considerado una figura benefactora, ahora tengo razones para elevarlo aún más a los altares.
He pasado esta última semana en medio de charlas y actividades extras con motivo del día de canarias en el Instituto y tambien varias sesiones de Rescate a Montaña por vía de Cruz Roja, la han servido de excusa para ahorrarme unas clases, ya que debo reconocer que tengo mil ganas de poder retirarme y no volver hasta el proximo año.
Los episodios profesionales fueron perfectos. Ser un invitado especial a todas las actividades me imponía y todo se devía a que fuí uno de los actores de la tan siatada obra de teatro "La Biblioteca Magica" que fué la que más asistencias tuvo, tuve una gran responsabilidad e intenté estar a la altura. Me encantó el encuentro con los oyentes de la radio que fué a entrevistar a una de nuestras profesoras que recientemente editó un libro, Todos estaban simpatiquísimos, estudiantes de casi todos los cursos, tan parlanchines y entusiastas.

Bueno y aquí mis gran superstición sobre los poderes de este dios. Con las alarmantes noticias del cierre de los aeropuertos europeos, ya dába por hecho que cientos de familias se tendrían que quedar en la India más de lo previsto. Pero Ganesh intercedió y casualmente los vuelos salieron hacia Europa, aunque con retraso. Eso sí, advirtieron que los llevabarian hasta Amsterdam y que allí se tenían que buscar la vida. Eso hizo todo el mundo, en tren hasta París y allí en el primer vuelo que salia hacia España, después de muchos sobresaltos.
Entiendo los nervios de los viajeros, aunque esta vez no puedan culpar a las compañías aéreas. Pero bueno, Ganesh estará con nosotros.
La tierra se abre, el hombre propone y Dios dispone.